jueves, 16 de diciembre de 2010

EL TRASTERO DE CÉSAR ANTONIO MOLINA


Es cierto y hay que decirlo, porque no, que al ex-ministro César Antonio Molina y a su mujer, M. Monmay, la casa se les estaba quedando pequeña con tanto libro regalado y no leído y decidieron hacer limpieza. Deshacerse de tal cantidad de libro de golpe no es fácil, ni sentimental ni funcionalmente, así que tomaron la decisión de donar de manera altruista y desinteresada  25.000 volúmenes al acervo cultura de los ciudadanos coruñeses.

Don Salvador Fernández Moreda, por no decirle que no al turboexministro, les habilitó  a ambos como guardalibros público-particular la 3º planta de la Biblioteca Provincial de A Coruña, sita en la céntrica Calle Riego de Agua, para que guardasen allí sus 25.000 volúmenes.
Para ello se modificó la estructura del edificio, se reformó y habilitó una planta entera, se compró un mobiliario noble que salió en un buen pico, etcétera. O sea, el tipo de cosas a lo grande que se suelen hacer con esa displicente generosidad del que paga las copas con cuartos que no son suyos.

Es cierto que entre esos 25.000 volúmenes hay primeras ediciones de la generación del 27, algunos manuscritos y también objetos personales del ex-ministro de cultura, que suponemos, sobre todo estos últimos, interesarán mucho al lector coruñés y todavía más a los enloquecidos groupies que arrastra Don César. Pero tampoco es menos cierto que entre esos 25.000 volúmenes hay más paja que en las praderas de Kentucky y más relleno que en el puerto exterior. Disimuladamente, entre las escasas y valiosas piezas cedidas, fueron donados numerosos volúmenes duplicados que ya figuraban en el catálogo de la biblioteca provincial, ediciones de bolsillo, Anagramas, Alfaguaras, cosas del montón de la librería del Corte Inglés /Fnac de las que Don César y M. Monmay querían desprenderse. 
Y todo mucho más práctico, ético y estético que llevarlos a El Baúl de los Recuerdos.
Ahora que ya tenemos el trastero habilitado por la Diputación Coruñesa con sus 25.000 volúmenes en las estanterías, solamente dos cosas más:

1) La exigencia que pusieron el turboministro y su mujer para la donación fue que los libros no se podían sacar de la sala, que no eran para préstamo, sólo para erudita consulta allí dentro. 
2) La sala 3º de la Biblioteca Provincial de A Coruña permanece desde el día siguiente de su inauguración cerrada a cal y canto, pues no está dotada de personal específico que la atienda, y el caso es que si algún investigador y filólogo tiene que "consultar" allí, por ejemplo, el premio de novela Alfaguara del año 2000(edición de bolsillo) titulado "Últimas noticias del Paraíso", de Clara Sánchez... pues tiene que abrirle la sala un bibliotecario o auxiliar que esté abajo, ocupado en otras funciones de la Biblioteca real, dejando así de atender su servicio de fonoteca o préstamo.

Se puede decir, sin temor a equivocarnos, que en este caso la Diputación Coruñesa, por mediación de Don Salvador F. Moreda, le ha puesto un trastero a Don César Antonio Molina y a M. Monmay para que almacenen allí los libros que les sobran.
Eso sí, con el dinero de tod@s.

Juan Nadie, coruñés, progresista, bueno y mártir.
 .

No hay comentarios: